En ocasiones, al buscar una profundidad de campo reducida, pensamos en utilizar una lente con un diafragma lo más amplio posible. ¿Acaso es lo mismo profundidad de campo que diafragma?
Hay fotografías que nos resultan atractivas (además de por su color, composición u otros factores) por tener una profundidad de campo que hace resaltar dicha imagen.
No es difícil dejarnos seducir por un retrato perfectamente nítido con un fondo completamente desenfocado. O por el contrario, ¿a quien no le gusta un bonito paisaje en el que todos los elementos del mismo se encuentran bien dispuestos y enfocados.
Por lo general, cuando pensamos en profundidad de campo, se nos viene a la cabeza el diafragma de un objetivo, pero ¿es el diafragma el único responsable de la profundidad de campo?
En este artículo hablaremos sobre ello.
Empecemos por aclarar conceptos:
Diafragma
Es uno de los muchos elementos que componen nuestros objetivos.
Está formado por varias palas (7, 9, 11, etc) y dependiendo de cuanto se abra, conseguiremos resultados muy distintos en nuestras fotografías. Como, por ejemplo, la citada profundidad de campo.
Profundidad de campo
Es toda aquella zona de nuestra imagen que se encuentra dentro de lo que consideramos nítido o dentro de enfoque.
Leyendo estas dos definiciones parece que efectivamente diafragma y profundidad de campo vayan de la mano.
De hecho así es, la apertura de diafragma probablemente sea el factor más determinante a la hora de conseguir tal o cual profundidad de campo, pero no es la única como veremos a continuación.
Veámoslo con un ejemplo
Mira esta fotografía:
Probablemente al verla puedas pensar que está tomada con un diafragma muy abierto. El desenfoque no es muy exagerado, pero si, bastante pronunciado, ¿podría estar sacada, por ejemplo, a f2.8?
Te sorprenderá saber que es una imagen hecha a un diafragma de f11.
¿Y cómo es esto posible, si los elementos del fondo se encuentran totalmente fuera de foco y f11 es una apertura que debiera dar una profundidad de campo muy amplia?
La respuesta está en la distancia de enfoque y distancia focal.
Estos dos conceptos suenan parecido, pero no tienen nada que ver.
Distancia de enfoque
La distancia de enfoque es la distancia entre el plano focal de tu cámara y el sujeto al que se ha hecho foco.
Esta suele darse en centímetros y los objetivos están limitados en este sentido.
Por ejemplo, esta foto está disparada a la distancia mínima de enfoque de mi objetivo Tamron 24-70 2.8, que es de 35 centímetros.
A menor distancia de enfoque, más reducimos la profundidad de campo, mientras que cuanto más lejos se encuentre nuestro objeto a enfocar, más profundidad de campo obtendremos.
Sobre este objetivo también hablaremos más adelante puesto que es un must para aquellos fotógrafos que buscan polivalencia, y pese a que ha sido renovado por la versión G2, es una opción más que interesante por prestaciones y precio.
Distancia focal
La distancia focal es aquella medida que nos indica que parte de la realidad, va a recoger nuestro objetivo.
Viene determinada en milímetros, siendo los rangos menores los más angulares y los mayores más cerrados.
Esta fotografía, como ya os he comentado esta hecha con mi objetivo Tamron que tiene una distancia focal variable desde los 24mm hasta los 70mm.
En el ejemplo de foto que os he enseñado, se disparó a 70mm, ya que necesitaba una distancia más larga para reducir la profundidad de campo.
Por el contra, si hubiese disparado a una distancia focal menor (24mm por ejemplo) esa profundidad de campo hubiese sido mucho mayor.
Entonces, resumiendo:
–Diafragma: Cuanto más abierto menor profundidad de campo / Cuanto más cerrado esta será mayor.
–Distancia de enfoque: Cuanto más cerca esté el sujeto a fotografiar menor profundidad de campo / Cuanto más lejos esté dicho sujeto será mayor.
–Distancia focal: A mayor distancia focal (objetivos tele), menor profundidad de campo / A menor distancia focal (objetivos angulares) esta aumentará.
Practica una y otra vez y verás que no tiene complicación
Esto que parece un trabalenguas, es extremadamente sencillo de mecanizar en tu día a día fotográfico una vez aclaras conceptos, y te resultará muy útil en innumerables ocasiones.
No te preocupes si tienes un objetivo básico 18-55mm o similar y tu diafragma no abre tanto como te gustaría.
Prueba a ponerlo en 55mm y acercarte al sujeto, verás cómo consigues desenfocar tus fondos.
Recuerda que, ante una limitación técnica, siempre encontrarás una solución creativa.
Si estás empezando y quieres conseguir una lente luminosa, que te permita abrir el diafragma para conseguir más luz y unos desenfoques muy interesantes, no te pierdas el artículo que escribimos sobre el Yongnuo 50mm 1.8.
¿Y si cierro el diafragma al máximo, obtengo más nitidez?
Otro pensamiento bastante extendido es pensar que, cuanto más cerremos el diafragma (mayor profundidad de campo) más nitidez obtendremos, y esto necesita una aclaración.
Sin entrar en muchos detalles, cuanto más cerramos el diafragma sí, es cierto que la profundidad de campo será mayor (es decir, más zona enfocada de la imagen), pero esto no significa que vayamos a conseguir mayor nitidez.
Más bien todo lo contrario debido, principalmente a un fenómeno físico conocido como difracción.
Un concepto algo más complejo que trataremos en otro artículo pero que a modo de resumen os adelanto que es la desviación que experimenta una onda (la luz en nuestro caso) y que al cerrar el diafragma más de la cuenta, limitamos en exceso la entrada limpia de luz y esta se ve distorsionada por los bordes del propio diafragma.
Espero que este artículo te haya servido para mejorar tu técnica y si tienes cualquier duda, déjame tu comentario.